sábado, 3 de septiembre de 2016

Esas cosas que nunca cambian y esas otras que sí.

Es vacilón cómo hay cosas que no cambian.
A mis 40 pisos se me ocurre ir a yoga el "finde". Quería ir a un lugar adonde no conociera a nadie ni tuviera una idea de qué hacer. Me quería sentir libremente ignorada e ignorante. Todo iba imperfectamente perfecto: ahí estaba yo con "look" de clases de danza y con un paño en lugar de mat. No entendía nada de lo que decían (shana o ashanta o yaganta, qué sé yo) y además era a media luz, o sea palmito: yo que uso anteojos no veía nada.
Fluí.
De repente ¡TAZ! La frase MÁS temida a lo largo de mi vida: "hagan grupos de dos".
Socialice, haga contacto visual, sonría y haga parejas. Caca, como siempre ¡¡¡no conocía a nadie!!! Todos se veían y se abrazaban en su familiaridad. Yo jamás iba a abrazar a nadie ahí porque con costos abrazo a mis amigas y me pongo tiesa y me quito rápido, y ADEMÁS no conocía a nadie.
Todos se unieron en parejas. Yo los vi.
Me iba quedando solita. Me dio nerviosismo y todo como la primera vez que me pasó algo así en prepa... Me empecé a sentir algo tonta. No tengo 5 años gabipeña... Pero al final TODOS quedaron en pareja.
Todos menos yo.
Y vino la segunda pregunta más temida de mi vida: "¿Alguien quedó solo?"
"Yo" - dije tan bajito que sólo los que estaban cerca mío oyeron.
Entonces otra vez la Profe: "¿todos con pareja?"
Y ya entre frustrada y chiva dije lo más duro que pude "YO".
La Profe muy tuanis dijo "ah, entonces vos trabajá conmigo". Y ahí estaba nuevamente yo: el "teacher's pet".
Y todo iba bien hasta que dijo: "ok, vamos a practicar inversiones, pararnos de manos." De cabeza... Yo NO me paro de cabeza, nunca me he parado de cabeza y no sólo eso, iba a tener que mostrar en público el ejercicio con la Profe... Nuevamente dije bajito "es que yo nunca me he parado de cabeza. " Y la Profe: "perdón no te oí". Entonces no faltó el compañerito que al igual que en prepa dijo: "que dice ella que nunca antes se ha parado de cabezaaaa".
Sonamos. Además de incapaz de hacer parejas, no me sé parar de cabeza Y ADEMÁS me tienen que traducir en español inteligible.
Al final siempre sí me paré de cabeza, no resultó difícil, la Profe tuanis me felicitó por la excelente postura que probablemente debo a años de ballet y al instinto de supervivencia físico y social. Todo salió perfecto, hasta fui aplaudida.
Finalizada la clase me puse mis chancletas que uso post ensayo desde 1996 (las que me esperaron dos días en la calle principal de Guadalupe), doblé el pañito, y salí casi que de puntillas. Solamente que esta vez, aún incapaz de hacer grupos, me pude parar de cabeza. YO ME PUDE PARAR DE CABEZA.
Estos grandiosos pequeños triunfos.

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